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Concierto celebrado en Salamanca en el año 1994, un 4 de Agosto en el Patio del Colegio Fonseca, lugar donde a lo largo del verano se suelen montar unos ciclos musicales más que interesantes.

Músico que ha marcado una etapa muy importante en la historia musical española convirtiéndose en un icono de la llamada movida y creando la que, posiblemente, es la canción más representativas de esa época aunque, para mi, no sea su mejor composición. Poseedor de una voz que se acoplaba perfectamente a su música, extraordinario guitarrista, faceta que conservo casi integra hasta el final, siempre embutido en ese traje de soledad, de tristeza, que le acompaño a lo largo de su trayectoria, acompañado por sus excesos, de los que para bien o para mal, no fue capaz de abandonarlos y que acabaron conduciéndole a su final… dejándonos huérfanos de su talento.

El recuerdo que conservo de ese día fue de un concierto muy brillante enmarcado en un marco inigualable que contribuyo a que su música se viera realzada con una banda pletórica entre cuyos miembros estaba Basilio Martí su inseparable teclista y que le acompaño hasta sus últimos momentos y con una gente que llenaba el recinto con ganas de disfrutar de su música.

Junto a él actuó, mediado el concierto el músico Nacho Béjar, interviniendo en varios temas, el cual junto al gran Basilio Martí fundo a finales de los ochenta el dúo Sonora, una formación de «culto», que edito un solitario disco en 1992, «El año del huracán» hasta su disolución en torno a mediados de los noventa.

con Nacho Béjar

Las Imágenes corresponden a negativos digitalizados.