Del mismo modo que la guitarra de Paco de Lucía o Andrés Segovia se convirtieron en internacionales, puede que él haya conseguido algo parecido con la gaita y con su particular visión de la música celta, la misma que lleva milenios en funcionamiento y de la que ha vendido más de 1.000.000 de discos en el mundo, ha obtenido un Premio Ondas, dos candidaturas en solitario a los Grammy latinos y multitud de galardones por todo el planeta.
Llega a Valladolid, a sus fiestas celebrando los 25 años de su primer disco «A Irmandade Das Estrelas» (Ariola, 1996) y aboga por que el país aprenda «todo lo que pueda de sus mayores» y por quitarse los complejos de inferioridad. Defiende que «la música celta lleva en activo miles de años. Se ha ido adaptando a los tiempos, lleva milenios en funcionamiento. Es el resultado de los intercambios entre culturas del Atlántico». Conocer a los irlandeses The Chieftains, le cambio la vida y apuesta por apostar por las raíces, unas raíces que le llevan a reivindicar a Beethoven para las músicas celtas, donde cuenta que al conocerlas el músico alemán «se dio cuenta de que no se correspondían con los esquemas de la música clásica, se trataba de esquemas innovadores que después él aplicó en sinfonías como su Séptima» y donde le rinde un homenaje en el 250 aniversario de su nacimiento, interpretando obras de música celta compuestas por el propio Beethoven, en base a melodías ancestrales irlandesas, escocesas o galesas.
Su música aporta una energía, una felicidad, que la gente disfruta y valora, de unos sonidos que cuentan con la sabiduría de la mezcla de culturas, que puede ser el poso de la música Celta, esos sonidos que beben de la calidez del Mediterráneo y de los fríos del Atlántico.
En esta visita Carlos Nuñez, gaita y flauta, ha estado acompañado por su hermano Xurxo Núñez a las percusiones; Tara Breen al violín, integrante de The Chieftains; Pancho Álvarez a la guitarra, Itsaso Elizagoien al acordeón y Alicia Griffiths al arpa.
Carlos Núñez que se define como «un celta de Galicia que necesita el sol, para no volverse triste» actuó dentro de la programación de las Fiestas de Valladolid en su Plaza Mayor, el pasado día 7 de Septiembre de 2021, todo bajo la premisa de que la #culturasegura, y que la #musicaenvivo es necesaria siempre, pero más en estos tiempos de confusión.