A pesar de la nieve y de las dificultades de la carretera, Cristina y sus chicos llegaron a la hora convenida a los alrededores del coqueto y renovado Patio Corsario, dispuestos a ofrecer un concierto que en sus propias palabras al final resulto: «Uno de los conciertos más guays que haya vivido. El Patio Corsario lleno, un público fantástico, unos anfitriones de primera y una banda formada de chicos a los que simplemente quiero».
Prueba de sonido, ajustes, pruebas con los diferentes instrumentos….al fondo la voz de Cristina y la guitarra de Ángel Miguel, el ambiente es relajado pero se nota que los músicos se sienten responsables de lo que en unos minutos vamos a disfrutar, seriedad y responsabilidad, fruto de muchos años de carretera y de horas sobre los escenarios. Mientras los miembros del Patio se desviven para que todo este en perfectas condiciones, las sillas bien colocadas, los focos apuntando e iluminando correctamente; y que todo lo que rodea a los protagonistas de la noche este perfectamente para que todo discurra a gusto de ellos y de un público que en breves instantes llenara la sala. Preguntaban al final, ¿qué tal suena?….alguien les respondió que un poco alto, y apostillo que el público era de alrededor de mediana edad, supongo que con la intención de que la banda se hiciera idea del público potencial….la verdad es que es sonido era modélico.
Todo tiene un inicio y si la banda al final se quedo sin palabras para expresar lo vivido a lo largo de una intensa actuación, nosotros acabamos viviendo un concierto de los que se quedan en el recuerdo durante mucho tiempo, y es que, en ocasiones, las estrellas se esconden en los sitios más insospechados y pueden ir disfrazadas de una modesta banda asturiana.
Las fotografías corresponden a la prueba de sonido (Making-of) de la banda asturiana Gestido en el Patio Corsario de Valladolid el pasado día 2 de Febrero de 2018.