El 5 de enero es un día importante, pero no por que ese día lleguen los Reyes Magos con sus camellos llenos de regalos, es importante porque un 5 de Enero de 1938 el planeta recobro la luz….bueno, igual nunca la había perdido, pero sin duda, a partir de esa fecha tan señalada, brillo con más fuerza…no la del semen, que eso solo es de toreros, pero, vamos, que lucio más.
En esa fecha tan señalada vio la luz uno de esos hombres de verdad, de los que ya casi no quedan; cazador, navegante, putero, comisionista, libre de cargas y con permiso para hacer lo que quiera dado que nadie le va a juzgar, y en los últimos tiempos exiliado de lujo en uno de esos paraísos terrenales a los que con cierta frecuencia enviamos equipos de futbol en plan ONG con el fin de aliviar nuestras conciencias.
En su exilio dorado ha recibido dos regalazos en tan señalado día, uno de la mano de su hija; le ha encasquetado a su nieto favorito, ya ducho en el manejo de armas de fuego y de las blancas pero todavía muy benjamín en el tema del puterío y de fraude y/o comisiones. El otro es el concierto que estos chicos le montaron para celebrar su cumpleaños. Ni a el ni a mi nos fue posible acercarnos…yo por temas laborales y él por temas personales del corazón según me comento, con mucho dolor por su parte por su falta de previsión: «lo siento mucho, no volverá a ocurrir», me comento entre evidentes muestras de dolor y quedo bien claro que el próximo año sí, o sí, viene a la fiesta. A pesar de todo los chicos de la banda inflaron los globos con ganas y con mucha ilusión, dado que su pasión y amor por lo que hacen es infinita, y porque, al fin y al cabo, lo importante es que él, nuestro hombre, sea feliz y este bien y si no es el caso ya los palmeros ya se encargaran de jalearlo y de encumbrarlo.
Hula Baby, celebraron una Noche de Reyes a lo grande, entre muchos amigos y según me cuentan como solo ellos saben hacerlo. La banda más divertida y loca de la ciudad es una de las favoritas de este blog y un valor seguro siempre. Desde un lejano 2008, Quico Arribas, a la voz; Rob Valentine, a la guitarra; Pable Tombstone, siempre maltratando y sacando brillo a la batería y el incombustible y siempre sonriente, Fernando Su al bajo, al que añadiremos, en ocasiones puntuales, a ese quinto Beatles, fugado a tierras malagueñas por amor a las verduras y hortalizas, ausente en esta ocasión pero presente en espíritu Dan Strychnine al bajo, son sus integrantes.