«No olvidamos tan fácilmente».
Un par de parejas comentaban, minutos antes de la hora, sus recuerdos, cuando hace 30 años les vieron en la “Perindola”, “si es que somos muy mayores”, yo les mire y no me considero muy mayor…o sí.
En torno a mediados de los 80´en España irrumpe una melodía de violines sobre la que una temblorosa voz aseguraba ser un loco inmaculado. Con el tiempo los Immaculate Fools, consiguieron un mayor reconocimiento debajo de los Pirineos que en su propia casa. Puntuales surgen sobre el escenario Linda Lamb, bajo y coros; Helena Watt, violín; Phil Redfox O’Sullivan, batería; Alex Valentine, teclados, guitarra y coros, junto a Adam Fuest, guitarra y coros, los nuevos componentes de la banda. Unos pasos por detrás aparece Kevin Weatherrill: voz, guitarra, harmónica… en plena forma. Apariencia de dandy ingles, chistera, chaleco y gafas oscuras. En 1985 la banda alcanzo la fama con una canción con el mismo nombra de la formación; siguieron años de giras y de éxito, más o menos reconocido, hasta que en 1997 se disolvieron. Años después Kevin Weatherrill, retoma la idea y con nuevos miembros lanza un nuevo trabajo, o una mirada por el retrovisor, realmente vuelven a grabar algunos de aquellos clásicos en un álbum “ Turn the whole world down”, con el que retoman los escenarios. Los temas suenan muy frescos, girando entre el pop, el blues o el folk celta, con una voz, a ratos tabernaria y rota, a ratos acogedora. Bromas, risas de complicidad, puede que entre parte del público, algún que otro toque de nostalgia, pero, al final, nos quedó 90´ de música con mayúsculas, nuevos temas y canciones para el recuerdo, que no han envejecido, al contrario, se muestran frescas, temas como ‘Immaculate Fools’, ‘Nothing means nothing’, ‘Save it ‘, ‘Sad’, o ‘Prince’, son canciones bien hechas, que han resistido el paso del tiempo y que gracias a la iniciativa Autoreverse hemos podido disfrutar en Valladolid, el pasado 25 de Septiembre de 2015.
«Somos afortunados/Somos perfectos/Somos escogidos… Unos perfectos locos»