«Un gallo listo como un látigo ha tomado el control. Atentos los gallinas, caña y alpiste, patria y nación. Somos superiores de amarillo y azulón. El águila remonta…»
“El águila remonta”
Dice Hendrik Röver, guitarra y voz de la veterana formación de Muriendas (Cantabria) que el rock «es la única música que no es una moda pasajera», así que es posible que, a pesar de los malos tiempos para él, más tarde o más temprano renazca y vuelva a ocupar su sitio en la música popular. Mientras llega ese día nos quedaremos con los pocos supervivientes que intentan mantener esa llama encendida, publicando discos con regularidad y manteniéndose sobre los escenarios. «Fuego» (2019), es el decimocuarto en una extensa carrera y en el que se afianza tanto la formación actual, como el sonido, de esta última época de la banda; eso si, siempre conservando ese espíritu critico o ácido que tendría que tener el rock hacia el mundo que nos rodea….corrupción, monarquía, o ese águila que amenaza con volver a surcar los cielos de las españas no faltan a la cita.
La música de este cuarteto es casi como una religión y tendría que ser de obligada escucha una vez al año, por el bien de nuestros cerebros, así que el Blues Bejar Festival, que tuvo el acierto de incluirlos como cierre de una edición donde celebraban XX Ediciones y para festejarlo organizaron una tórrida sesión vermut en la cercana y seca (esto del cambio climático, va a ser verdad) Candelario. La Sierra de la citada localidad ardió bajo el calor de la tarde y bajo la tórrida descarga musical de estos tipos…llevan treinta años dando murga y prometieron algunos más; así que por lo menos, nuestra salud mental (la otra es cosa aparte) esta asegurada mientras sigan editando trabajos tan sobresaliente como este último y sigan dando conciertos como el que nos regalaron a pesar del calor y de las intespectivas horas.
Como cantan en uno de los temas incluidos en su último trabajo «Doctor»; «Esos aviones que recorren el cielo/me recuerdan que todo acabó/A donde irán, a donde irán,/me pregunto sin ilusión/A donde vayan sé muy bien/que el que nunca irá seré yo», puede que nunca veamos esos sitios, pero a través de su música podremos viajar y explorarlos; y es que nadie como el citado Hendrik Röver, guitarras y voz; Fernando Macaya, guitarra y coros; Pablo Zeta al bajo y Javi Arias a la batería; para a través de sus canciones, trasladarnos con esa mezcla de americana, blues, rock, folk, country y rhythm, & blues, por la que tan bien se mueven, que te «desplazan por paisajes y guitarras grasientas que se enroscan en corazones perdidos, de largas carreteras como las de Laredo y Barreda que nunca llegan a su destino final, como las de esa América árida y pantanosa que podrían describir hasta los mismísimos Alfonso Vallejo o Enrique Menéndez Pelayo», como relata Carlos Pérez Báez, en una reciente entrevista, para explicarnos la situación sociopolítica, abrirnos los ojos ante el cambio climático, hacernos un psicoanálisis en tres minutos, contarnos historias de la vida cotidiana o narrarnos la situación de la nación o levantar ampollas con el tema de la pederastia dentro del clero…y siempre ese recuerdo a los amigos presentes o ya partidos…..
Los DelTonos clausuraron esta XX Edición del Blues Bejar Festival, que en esta ocasión se traslado a la cercana localidad de Candelario (Salamanca), en el Escenario El Parque.