Se define como un «cantautor nacido en el rock and roll, criado en el blues y el jazz y emancipado en el folk y la música latina». Su primera banda, The Loveless Cousins , se movía por los terreno del rockabilly, con la que edita dos trabajos. Con su segunda formación, The Allnight Workers, afina su capacidad compositiva, y empieza a moverse entre el Rhythm and Blues y el Swing.
El calendario dice que en «2013 decide comenzar una carrera en solitario tocando su propia música, dejando atrás todas las formaciones y comenzando así una nueva etapa, en la que el músico escapa de cualquier etiqueta o prejuicio», y esta clausura, tardía, de la XXII Edición del Blues Béjar Festival, ha sido un buen lugar para encontrarnos con esa música.
Acompañado por Pablo Rodas al bajo, un viejo conocido en diferentes formaciones como Aurora & the Betrayers y Jesús Alonso García a la batería, el interprete coruñés nos envolvió con su carisma sobre el escenario y es que para él nosotros somos parte fundamental de su esencia «porque sin ellos lo que él hace no puede existir», señalan algunas crónicas. Un viaje por «el espíritu del blues y del rock & roll», ese espíritu que en sus palabras «es el mismo y tienen tanta fuerza por que es una música muy real que conecta con todo el mundo».
Aunque tardíamente, la XXII Edición del Blues Béjar Festival se clausuro a lo grande con la actuación de Néstor Pardo, en una Plaza de la Corredera de la cercana Hervás (Cáceres) con ese espíritu viajero, (algo innato del Blues, además), que la gente responsable de este interesante festival le da desde hace unos años, el pasado 1 de Octubre de 2021.