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Puede que Sheila Blanco a pesar de su paso por un programa televisivo de concursos de talentos donde realizo las funciones de coach vocal, de su participación en una emisora de radio con una cierta repercusión, por lo menos si haces caso de sus EGM, aunque para mí, lo poco que se salva de la citada emisora, se centre en los fines de semana por la mañana, y de sus colaboraciones con un grupo de jazz, los exquisitos madrileños  Speak Jazzy, sea una interprete de esas que se mantiene en el filo de la sombra y que conserve un cierto aire de culto, aunque no sea lo que los más entendidos clasificarían como «musico de culto».

Simpática, agradecida y con una voz mágica su más reciente disco, «Cantando a las poetas del 27″ (2019), da voz a nueve poemas de las poetas de la llamada “generación del 27”, una generación de las letras españolas encabezada por la figura de Federico García Lorca, y donde unas poetisas a las que se les daba el sobrenombre de “Las Sinsombrero”, porque rehusaban cubrirse la cabeza, fueron invisibilizadas por la historia y donde la interprete salmantina intenta reivindicarlas y darlas el reconocimiento que no tuvieron en esos años, como comenta “quería darlas a conocer y aportar mi granito de arena en esta cuestión histórica, poética y feminista”.

Después de su paso por ese excepcional ciclo que responde al nombre de Los Conciertos de la Estufa unos días antes, el pasado 21 de Marzo, una fecha que esta catalogado como «Día Mundial de la Poesía», es un buen momento para reencontrarnos con esos poemas convertidos en canciones y disfrutar de esas historias que cuenta con absoluta devoción entre tema y tema.

Sheila nos descubre que en esa época todo era más luminoso y colorido, pero que un buen día se cernieron las sombras sobre esta Península y todo cambio….algo no se si muy similar a lo que puede estar sucediendo en estos momentos, casi 100 años después: “Es curioso, porque mientras vivieron esas poetas ocuparon un lugar muy parecido al de los hombres. España durante el primer tercio del siglo XX era un país puntero en educación e igualdad, ya las jóvenes iban a la Universidad, practicaban deportes, hablaban idiomas, entonces en esa generación ellas tenían las mismas influencias que ellos, frecuentaban las mismas fiestas e imprimían sus libros las mismas imprentas, pero con el Franquismo todo cambió”, nos comenta.

A lo largo de la actuación escuchamos la historia de Ernestina de Champourcin, nominada al Príncipe de Asturias de las Letras; de Josefina Romo Arregui, Premio Extraordinario en Filosofía y Letra; de Margarita Ferreras, autora de “Pez en la tierra»; de Pilar de Valderrama, poeta y dramaturga fundadora del teatro de cámara más importante de Madrid en los años 20 y 30; de Concha Méndez, poeta surrealista fundadora de la imprenta Verónica; de Elizabeth Mulder que publicó su primer poemario «Embrujamiento» en el año 1927 y su primera novela en 1934, «Una sombra entre los dos», o de la murciana Carmen Conde, la primera mujer en formar parte de la RAE en 1979,  en concreto el asiento con la letra ‘K’.

De la primera, poseedora de una de las historias que más la llegan, dice que: «su familia era aristócrata y muy católica y no quiso que ella fuese a la universidad, aunque en España ya desde 1910 las mujeres podían cursar estudios superiores, luego se casó con un republicano, pasó muchos años exiliada en México y cuando volvió se encontró con que a los hombres de su generación se los laureaba y vitoreaba, pero a ella no la reconocía nadie, tuvo que lidiar con que la historia la hubiera borrado”.

Sheila Blanco, una de las voces más sobresalientes de esta industria musical (o de lo que queda de ella) presento en el Día Mundial de la Poesía en Biblioteca de Castilla y León, «Cantando a los Poetas del 27», su pequeño homenaje a esas mujeres olvidadas por la historia, en un mundo donde lo que cuenta o prevalece es el tortazo de un actor a un cómico o el gol de un pelotero millonario el pasado 21 de Marzo de 2022.