La XXVIII Edición del Purple Weekend se clausuraba con uno de los conciertos más deseados de este año. Alex Cooper lleva un año echando una mirada por el retrovisor pero sin perder de vista el presente y ha estado presentando a lo largo de una serie de conciertos su homenaje a «su» grupo, Los Flechazos en la gira «PopCorner. 30Años Viviendo en la Era Pop». Ellos significaron, hace ya tres décadas, un grito a la libertad, a la alegría, a la amistad, a la juventud…algunas de ellas se acaban pasando pero otras permanecen, bien es cierto que algunos de sus temas, «En la ciudad del motor”, “En esta ciudad”, “Arco Iris” o “Go Go girl” hablan de temas difíciles como, el suicidio o los abusos de un padre a una hija, pero en esos años nadie pensábamos en esos temas y solo nos quedábamos con la idea de optimismo y alegría. Pasa el tiempo y todos crecemos, Alex Cooper emprendió nuevos proyectos donde siempre mira adelante, es un enamorado del buen gusto musical y de otras facetas en la que también se ha sumergido, como es el mundo editorial, pero este año para y rinde un merecido homenaje a una banda fundamental en la historia del pop….bueno no se muy bien si llegara a aparecer en muchas biografías, pero lo cierto es que para muchos lo fueron, no importa como dice en una entrevista «teníamos muchas deficiencias técnicas y teníamos poca calidad», eso era parte del encanto, la espontaneidad, la naturalidad, todo eso que al crecer, como los niños, se va perdiendo. Puede que algunas de sus canciones «estén mal tocados, mal cantados y, a veces, hasta mal compuestos y mal arregladas», porque funcionan y nos encantan, puede que porque suenen a naturales. Alex Cooper es un tipo integro, enamorado del buen gusto musical, que ha creado y lo sigue haciendo un buen número de himnos, creo el grupo mod por excelencia en la escena musical de este país y este año le ha dado su merecido homenaje, y sí, puede que sea, de hecho lo es, nuestro Paul Weller particular y por eso estamos orgullosos y lo disfrutamos de una o de otra manera.
El Pabellón Son Estrella Galicia CHF estaba a reventar, no entraba nadie más, y canto todas y cada una de las canciones….y las bailo. En alguna entrevista dice Alex que la banda lo pasa mal para mantener la velocidad con que antaño interpretaban los temas, pero que a pesar de todo, y de los achaques lo consiguen. He leído que hace unos días giro por este País Nick Lowe y contaba en un periódico, «…no quiero ser un abuelete fingiendo que el tiempo no ha pasado y cantando canciones que escribió un chaval de 18 años. Me siento a gusto haciendo los temas que hago ahora… son diferentes, pero creo que hay una conexión estilística y, sobre todo, emocional con todo lo que he ido haciendo a lo largo de mi carrera», Alex no es abuelo, pero es padre y, posiblemente, muchas de las cosas que hacia antes ni se le pasaría por la cabeza hacerlas ahora, pero puede estar orgulloso de lo que ha hecho hasta la fecha y de su honestidad. Puede que algunas de sus canciones suenen chirriantes cantándolas con 40 años cuando las escribió con 18 pero la mayoría siguen sonando frescas y actuales, puede que por una sola razón, eran y son grandes temas.
Sobre el escenario pudimos ve y disfrutar del siempre fiel e inseparable Mario Álvarez en la guitarra, Daniel Montero al bajo, Daniel Charras teclados y Hammond, Javier Gómez, aun con la lengua fuera, a la batería, a los que se suman, cerrando el circulo de ese sonido compacto y solido, los músicos madrileños encargados de los metales; Raúl Marques y Miguel Ángel Egido, trompeta y tenor, y Raúl, barítono.
Melodías de ensueño.