Si juntas un buen Ribera del Duero con una lata de 7 Up, lo que siempre ha sido una gaseosa de lujo, o consigues un gran disgusto para la gente de Peñafiel o te montas un fiestón con un calimocho elegante. Algo asi, lo del fiestón, es la unión del intérprete de Jacksonville, Florida, aunque afincado en Boston, Barrence Whitfield, con los londinenses MFC Chicken, que andan por estas tierras convulsas, en una larga gira y la combinación no puede ser más gratificante.
La undécima edición del Palencia en Negro, nos programó tres conciertos de mucho nivel, y arrancó, acercando a la capital palentina, embriagada por ese olor a café tan suyo, a este «calimocho» de lujo creado para la ocasión y que nos llevo la diversión y la intensidad de su música cargada de soul, rhythm and blues, un poquito de góspel y sonidos del rock añejo y primitivo, a los pies de una catedral, esa denominada ‘La Bella Desconocida’, de la que Barrence aseguró le «conmovía su visión y esperaba visitarla el día siguiente», pues cuando llegaron estaba cerrada.
Arrancaron los londinenses, que no eran la primera vez que visitaban la ciudad, con su habitual formación; La banda la integran el carismático, elegante y siempre sonriente Spencer Evoy, al saxofón y voz, y que ya ha colaborado con antelación con el intérprete norteamericano; Ravi Low-Beer a la batería, con ese aspecto de Mortadelo, el entrañable personaje de Francisco Ibáñez; Zig Criscuolo al bajo y coros y Dan Criscuolo a la guitarra y coros, y que es hijo del bajista, Zig Criscuolo; un cuarteto que pueden presumir de pelo, como lo demuestran con ganas a lo largo del show, y que se mueven como pez en el agua entre esos sonidos de vetusto rock’n’roll de los años 50, garaje-punk, rhythm and blues y frat-rock canalla, del que tan buena gala presumen.
Se sumó Barrence y desde el primer momento calentó las almas y los corazones de los presentes… ‘Bloody Mary’, ‘Slow Down’, ‘Stop twistin’ My arm’, ‘King Kong’, ‘Big Mamou’, ‘Caveman’, ‘I smell a rat’…dan cuenta de ello. Entre medias un descanso para el gigante de Florida y el cuarteto de Spencer dio riendas sueltas a sus desvaríos encerrados en forma de seis Lp editados, sonaron «Voodoo Chicken», «Rumble Strip», un poderoso «Milk Chicken», «Night Train»…y siguió la fiesta.
Y cuando todo acabó solo nos queda volvernos con una gran sonrisa en la cara sintiendo que hemos vivido unos momentos mágicos…vale que no saldrán en los grandes titulares nacionales, pero no por ello dejan de no ser grandes, y es que la verdadera grandeza de la música, no está en los grandes festivales, sino en las salas pequeñas o, como es el caso, en estos pequeños reductos donde de verdad se puede sentir y respirar la esencia de las bandas y de las canciones; y además, nos queda la sensación de que esta gira deparará alguna que otra sorpresa, y es que entre las fechas marcadas para la gira encontraron un día libre para acercarse a Cantabria, a los estudios GuitarTown con Hendrik Röver, esperemos que para envasar ese calimocho que producen.
Concierto divertido, lleno de rock and roll, de buen rollo, de vitalidad y de energía, ¿se puede pedir más?…a estas alturas con esto nos conformamos, y es que somos de poco pedir, y ya es mucho.
Barrence Whitfield with MFC Chicken, acercaron su «The Chicken-Whitfield Experience» a la XI Edición del ciclo Palencia en Negro, que como en otras ocasiones se celebró en la Plaza de la Inmaculada de Palencia, el pasado 4 de Septiembre de 2025.