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La reciente historia de los madrileños confirma esa máxima de que si algo funciona es mejor no tocarla….Hace un tiempo iniciaron una gira de despedida de la banda, que les llevo a su disolución antes del cambio de década, para pasado un tiempo volver a los escenarios editando un disco en solitario firmado como Johnny Burning, para finalizar volviendo a sus orígenes, con la añorada banda de la que dicen en este 2022, que los nuevos Burning , «destilan fuerza, pureza, pasión, emoción, y ese estilo inconfundible del filo de la navaja». La banda suena de muerte, eso no se puede negar, y es muy posible que como dicen «estamos en el mejor momento de forma que yo recuerde, el pasado es inamovible, el futuro es incierto, con lo cual devoremos el presente»….pero yo, atreviéndome a una posible excomulgación, añoro la antigua formación, aunque, es evidente, que todo es cuestión de tiempo.

La Gira «Hagan Juego», gracias a ese jardín que es la Sala Porta Caeli y que colabora a que esta frase lapidaria no se lleve a la realidad,  «las ciudades sin clubs y sin música son solo montones de cemento», a realizado una parada en ella, y como no podía ser menos, con una entrada más que brillante, y es que, ya en pocas ocasiones, salvo tristemente bandas tributos y algún poligonero despistado, cada vez es menos habitual ver una sala con un cartel de «Soul Out» colgado de la puerta.

En esta gira siguen con sus temas de siempre, esos que ya son historia del rock en castellano, y los intercala con temas de su trabajo en solitario, un trabajo magnífico «Hagámoslo» (2021), donde intercala Riffs y saxos con sabor stoniano, medios tiempos, ritmos cercanos al boogie, un poquito de R&B y otro poquito de soul, todo ello cargados de actitud y emoción. Un trabajo que figura firmada bajo su nombre, pero que si lo fuese bajo el logo de la banda no desentonaría para nada en una trayectoria llena de buenos momentos y grandes temas.

Sea por la pandemia, sea por cualquier otros tipo de problemas, la banda se ha vuelto a reactivar y con nuevos miembros incorporados que le aportan vitalidad, han saltado a la carretera y eso es algo que a nosotros nos alegra y lo tenemos que disfrutar.

Puede que sobre la anterior aventura, esta nueva formación sea todavía más redonda, se les ve que como músicos estan en un escalón muy superior y eso se nota en unos temas que alargan y extienden hasta casi el infinito.

La banda la integran los clásicos, Johnny Burning a la voz y ese teclado que ha perdido la tela de leopardo, rojo y negro, que lo revestía y ahora luce un logo de la banda destacado sobre un fondo de luces led; sus dos colegas perennes Nico Álvarez, tocando con ese estilo inconfundible la guitarra, esa que acaricia; y Mike Slingluff al saxo; con ellos sigue Nico Roca, a las percusiones, a los que se añaden Mac Hernández al bajo; Miquel Ferrer a la batería y Daniel Álvarez a la guitarra. Con el último tema se sumo Diego, guitarra y voz de los madrileños Atraco, la formación que les ha acompañado a lo largo de esta gira.

Un gran reencuentro con una banda eterna, que como ya puse en otra ocasión, pero no esta de más volver a recordarlo, en palabras de Javier Carballo: «Alzo mi copa por los músicos de raza, los que llevan la música en la piel y en las entrañas, los que se fuman la vida a caladas intensas hasta toser rock and roll, los que beben el bourbon de la tristeza con rabiosa elegancia y ríen con ruido de Marshall, los que hacen temas al dolor, al deseo, a los vasos sucios, a las habitaciones vacías, a la carretera, a las chicas perdidas que no saben qué hacen en un sitio como este. Por el Rock and Roll». 

Dure lo que dure su nueva andadura disfrutemos el presente, un presente entre sombras, cada vez con más semejanzas a Mad Max, un presente en blanco y negro donde las dos únicas cosas que le dan luz y emoción es el Rock and roll y Ana de Armas que está espectacular.

Burning presento su Gira «Hagan Juego», en la Sala Porta Caeli de Valladolid, el pasado 14 de Octubre de 2022.

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