Nacida en Lisboa sus raíces caboverdianas han influido en su música creando un estilo donde funde el jazz contemporáneo y tradicional con las formas tradicionales de Cabo Verde. Su música nos transporta fugazmente a artistas del calibre de Ella Fitzgerald, Billie Holiday o Cesária Évora, pero siempre creando una estampa personal. Cuentan algunas crónicas que su «voz no es un simple soplo melódico, sino un instrumento de viento o de cuerdas vocales que dispone a su voluntad según se tercie». A partir del año 1999 empieza a colaborar con el bajista Theo Pascal, del cual no se ha separado desde ese momento, convirtiéndose en su maestro y guía. Con él a hurgado en los sonidos tradicionales de Cabo Verde para combinarlos con ritmos contemporáneos: “En la música de Cabo Verde existen muchas similitudes con el jazz negro que cantaban los esclavos en los campos de trabajo. Existe un vínculo ya que muchas de las músicas caboverdianas desaparecidas utilizaban las mismas escalas que los cantos espiritual es negros. Es muy interesante estudiar esta correlación porque no existe una diferenciación grande”, cuenta.
Dice que «El Jazz es improvisación a tiempo real», lo que queda reflejado en sus siete trabajos editados, desde el primero: Ess ê nha Cabo Verde (2005), pasando por Live at Lagny Jazz Festival (2014) al que se suma “Epístola” (2015), ultimo trabajo que presenta en esta gira. Todo eso tuvimos oportunidad de verlo y descubrirlo el pasado 2 de Junio de este 2016, durante las Noches de San Benito, que se celebran todos los años en el Patio de la hospedería del mismo nombre. Sobre su escenario estuvieron acompañados, además, por la batería de Shane Forbes, y el saxofón de Craig Yaremko, músicos que no deslucieron para nada del resto de sus compañeros.