En 1989 tres mozos asturianos hartos de mira los prados, las montañas y de reojo el mar; Jorge Muñoz-Cobo, voz y guitarra; Félix Domínguez, voz y bajo junto a Álvaro Coalla a la batería, se juntaron para demostrar que en esta sufridas tierras no solo se vive de la copla, de los boleros y del fandango…y que esos sonido asalvajados que por las lejanas tierras al otro lado del Océano Atlántico, que se creaban en esos garajes de esas casas, que solo se veían en las peliculas, tambien tenian posibilidad de crearse y de poder disfrutarlos entre «les vaques de los praos».
Desde esos primeros años, muchas cosas han pasado; 8 Lp editados, innumerables singles…incluso con la herejía de editar alguno en catalán…¡catalán!, algún que otro cambio de formación para acabar convertidos en este 2024 en cuarteto; infinidad de giras nacionales e incluso algunas muy alejados de esos verdes prados asturianos; Francia, Alemania, Italia, Austria, Holanda, Dinamarca, Suiza, Croacia …y hasta Australia y Nueva Zelanda, ha disfrutado de sus asalvajados sonidos, bandas sonoras de películas, han flirteado como siervos del señor como Las Munjitas del Fuzz, algún parón…bueno muchas cosas.
Y este 2024 entre giras para presentar ésa edición mejorada de su primer trabajo, «Vivir Sin Civilizar» (1992), con un sonido más próximo al que en su momento tenían planeado: «treinta y dos años después, cómo aquel primer disco se ha transformado y reinventado en un álbum que finalmente nos hace sentir a gusto. Ahora contiene toda la fuerza y salvajismo que cabe esperar», cuentan; han tenido un hueco y se han acercado a ese Espacio Vías del Purple Weekend, para celebrar esos 35 años de un festival, pequeño de tamaño, pero muy longevo y, sin duda, con permiso del Sonorama de Aranda, el más importante de esta comunidad.
Y en este nuevo renacer 2024, la banda la integran, Jorge Muñoz-Cobo, voz y guitarra; dos ex-Cooper, Dani Montero, bajo y coros y Conrado Martín, a la batería; y César Crespo, a la guitarra, otro viejo conocido de este blog; existe una leyenda, quién sabe si cierta, sobre las pruebas que tuvieron que pasar los nuevos miembros: “Les hice bailar desnudos alrededor de un timbal base alrededor de dos horas, con un palitroque metido por el ano. Esa fue la gran prueba y la pasaron todos con mucho orgullo”.…la apuesta está abierta.
Lo que sí es cierto es que a estas alturas del partido los Doctor Explosión han creado una historia detrás de ellos, una historia que se podría resumir en «decidir, decidir si tenemos miedo, hambre, decidir por nosotros mismos, vivir o morir, explotar», una historia que para la mayoría de sus seguidores les ha colocado en la categoría de verdaderas leyendas de la música, eso si, como cuentan en una, más o menos, reciente entrevista, «encajando perfectamente en la escena actual tanto aquí como fuera»; y después de 35 años siguen «dejarse llevar por la excitación de tocar una guitarra eléctrica, y un artista que no es capaz de transformarse no es un artista. Hacemos caso omiso a la tragedia que supone envejecer y seguimos descargando rock and roll sobre el escenario como si el mundo se fuese a acabar mañana, cosa que es muy posible que pase».
Doctor Explosión, se acercaron para celebrar esos 35 años del Purple Weekend en el Espacio Vías de León, y presentar sus «30 Años vivir sin civilizar», el pasado 6 de Diciembre de 2024, donde, además, contaron con la colaboración a los teclados de Esteban Hirshfield, integrante de la legendaria banda uruguaya los Mockers.