El ciclo de Los Conciertos Salvajes medio baja el cierre por este año con un concierto de esos a los que nos esta mal acostumbrando….puede, que con el tiempo, en su ausencia (como la salud), nos demos cuenta de lo que teníamos y que, no se si valoramos, en su justa medida; pero Los Conciertos Salvajes, a lo largo de los años y en sus diferentes ubicaciones ha ofrecido una de las mejores programaciones que ha existido en esta provincia en mucho, mucho tiempo. Para cerrar el año nos presentaron a los suecos de Halm, una banda que, casualmente, después de una primera gira por la Península más bien extensa, la dio por finalizada en una Sala Porta Caeli, que, a pesa de la lluvia, y de las fechas tan señaladas, presento una entrada muy notable.
Ya son varias las bandas suecas, y esta gente salvaje nos han acercada a bastantes, a las que se tienen que marcar con rotulador para hacerlas un seguimiento….y esta es una de ellas; nos llegan desde Umeå, la que dicen que es la capital de la provincia de Västerbotten, (vamos donde Cristo perdió la estilográfica), y llevan sobre los escenarios unos 10 años, desde el 2009, y cuentan con un par de trabajos editados, el primero bien horneado sobre los escenarios se lanzo en el 2017, «Raised By The Fire» y el reciente ‘Second Skin’(2019). La banda la integran Johanna Sandgren, banjo, guitarra y voz; Lisa Johansson, guitarra y voz junto a Maja Lundgren, bajo electrico, contrabajo y voz. Cuentan que se conocieron cuando tenían 13 años y desde entonces han desarrollado su música y su sonido a través de los años junto al resto de la formación, William Eriksson, guitarra y Gustav Nestander a la batería, y que en esta gira, intuyo, esta siendo reemplazado por alguien que responde al nombre de Leo, y sus influencias beben desde bandas como los Eagles, sus grandes mentores, a influencias más personales como Bonnie Raitt, o en el caso del guitarrista, quedan fijadas en bandas como The Allman Brothers o Deep Purple.
En una reciente entrevista dada a lo largo de esta gira, comenta Johanna Sandgren, que su estilo surgió de repente: «No dijimos ¡vamos a hacer country!, nos salió de manera natural», aunque su estilo esta en una evolución constante…si en el primer trabajo andaban por terrenos del country-bluegrass recordando viejos tiempos, han pasado con la incorporación del guitarra y la batería a sonidos donde el sentimiento o la sensación intuitiva, que la gente que entiende define como ‘groove’ o ‘swing’, andan más marcadas, y quien sabe si en un futuro se enganchen al «metal», y es que tocan «los estilos que nos gustan y continuamente nos inspiran muchas cosas diferentes. Cambia mucho, así que tan sólo seguimos ese movimiento de lo que nos gusta», añaden.
Con un sonido que no fue todo lo perfecto a lo que nos tienen mal acostumbrados, donde el banjo sonó muy diluido y las voces en algún momento se difuminaban, destaco el virtuosismo de William Eriksson, a la guitarra, que en momentos puntuales dejo pinceladas de gran altura, colocando a los suecos a un nivel muy notable y deseando que vuelvan lo antes posible por estas cálidas tierras y que se alejen de los fríos nórdicos; y de paso que, en su próxima visita, vengan más equipados de «merchandising», porque aquí, en provincias, no llegaron sus discos dado el éxito que tuvieron en los anteriores bolos.
Entre temas propios y diferentes versiones, esa segunda o tercera que sonó de Nikii Lane, «Highway Queen», preludio de lo que nos espera este verano en el Huercasa, o esa otro del Rey Elvis Presley, «Burning Love», más atemperada que la original, trascurrió el concierto, eso sí, más de uno lo comento, con una sensación por causa del ruido, conversaciones de la gente, y choque de vasos y copas, que enervo más de una emoción, al margen de las que nos regalaron las canciones, que tendrían que ser las únicas….y es que, cada vez más, el postureo, el aparentar, y la falta de educación del personal es más que manifiesta…ese «yo estuve allí» o esa foto con el escenario de fondo, parece ser el único fin de muchos para asistir a cualquier concierto o evento publico.
Halm, una muy interesante formación sueca a la que casi, cerrando por este año el ciclo de los Conciertos Salvajes, el pasado día 22 de Diciembre de 2019 en la Porta Caeli de Valladolid, tuvimos el lujo de disfrutarla y que nos regalaron una buena dosis de country, blues y rock, para desintoxicarnos de tanta sobredosis de villancicos navideños y de anuncios de Campofrio.