Super Heroe de Barrio. Desconozco el barrio, pero seria de ley que junto a Batman, Superman, Spiderman y Súper López, toda esa retahíla de héroes de comic, figurara Kiko Veneno. Si en el mundo existieran más personas como él, con su arte, con su espíritu, o con su manera de ver las cosas, el mundo seria mejor. El ciclo «Valladoli Planeta Fusión» se ha clausurado con la música de Kiko, acompañado por ese conjunto de obreros de la música que responden al nombre de la Banda del Retumbe, o como el la llama «La banda del Retinto, llegados en furgoneta desde Sevilla”. De esta manera presenta Kiko al micrófono a unos obreros de la música; Manuel Imán (guitarra), Félix Roquero (guitarra y violín), Juan Ramón Caramés (bajo), Jimmy González (batería), Ana Gallardo (voz y percusión) y Anabel Pérez (teclados, flauta y voz), estas dos últimas ausentes, en esta ocasión. Concierto para poner los pelos como escarpias, donde sonaron muchas de sus canciones, donde algunas otras, (y es que hay tantas), se quedaron en el tintero, pero que nos emocionaron y nos aproximaron a la felicidad, aunque, fuese por un par de horas. No se si la respuesta en todos los sitios en como en esta ocasión, pero creo que la gente, aquí en Valladolid, se emociono y lo vivió como pocas veces lo he visto, y pondría la mano en el fuego afirmando, que este «músico» en sus ratios de libranza, porque su vocación real, es catador de vinos, donde es capaz de sacar el «sabor a carbonilla de los trenes antiguos» de un vino tomado en vaso de plástico, aunque sea pecado; se emociono también. Esos bises finales, con toda la sala cantando ese tema inmortal «Volando voy», que, casi se queda sin interpretar, porque ya lo cantamos los demás, es algo irrepetible.
Afirma que la música se tiene que «disfrutar», no consumir y que es necesario oírla bien y que el «oyente» actual ha cambiado respecto al de años atrás…la juventud actual traga con lo que sea, algo que pasa con el resto de la sociedad (esto último es mío) y no le falta parte de razón. Gracias por tu música.
El mundo es una piedra, hay que poner la oreja y escuchar su corazón, porque si no se aleja y no comprendes la razón». (Manuel – «La Familia Pollo», 2000).