Viernes noche, a pesar del día, del calor, de la nutrida oferta, (nunca se sabe si tanto es bueno o malo), sus fieles seguidores respondieron, y prácticamente les cantaron todas y cada una de las canciones, en una noche redonda, donde pudimos disfrutar de una banda, grande, muy grande, que tiene grabado su nombre con orgullo en la historia de la música popular española, y es que ver a unos auténticos clásicos de la escena española, es una obligación moral….y que dure.