Los Toreros Muertos combinan el humor absurdo con las letras provocadoras, esas letras que siguen teniendo una «semilla punk que sigue intacta», como asegura Pablo Carbonell en una pasada entrevista, a pesar de que en sus más recientes composiciones, entre jotas y valses, tengan «cierto clima pueblerino o tradicional, con denominación de origen», como afirman los componentes de la gamberra formación, la cual se presento con dos de sus miembros originales Pablo Carbonell, voz y ruidos varios junto a Many Moure al bajo y coros; a los que se suman Fernando Polain a la guitarra y coros; y Tony Iglesias a la batería, en ausencia del teclista Guillermo Piccolini, el otro miembro original, quien está fuera de sus filas desde hace tiempo.
En una entrevista en elDiario.es Pablo Carbonell afirma «estamos esperando el advenimiento de Freud para explicar que todas las neurosis se deben a castraciones cerebrales. Lo peor es la crispación y nivel de tensión que hay en redes sociales. Esta gente está haciendo el trabajo a los censores, a los oscurantistas y fundamentalistas. Y lo hacen de una manera muy poco amable, porque una opinión la puedes rebatir con otra, pero no con insultos», y es que recordando su paso mediados los años 80´ por el añorado programa de «La Bola de Cristal», donde «se celebraba cualquier opinión y nadie insultaba a nadie», la libertad de expresión, «está volviendo para atrás», en los últimos tiempos, en gran parte por la acción de los «ofendiditos».
A lo largo de noventa minutos nos trasladaron a unos cuantos años atrás con canciones como «Yo No Me Llamo Javier», «Falangista», «Tu Madre Tiene Bigote» o ese ciclo de la vida que es el archiconocido «Mi Agüita Amarilla», unos temas que al margen de su mayor o menos calidad, en este 2021, tendrían muy complicado el ver la luz por sus letras o las ideas que encierran, pero que en esos años pasados funcionaron y se convirtieron en indispensables en fiestas y saraos, y es que tenemos que reconocer que la pachanga y todo lo que se mueve en torno a ella siempre ha funcionado muy bien en este País, donde la verbena y la fiesta es casi un mandamiento. Leyendo un libro de “Conversaciones con Lapido” (Cuadernos Efe Eme, 2021) de Arancha Moreno, nos encontramos una antiguas declaraciones de una banda, por lo menos mítica para mí y para muchos, donde comentaban que la música de grupos de broma era demasiado….«es como si aquí no estuviéramos acostumbrados a oír música de verdad»….40 años después, a lo mejor, seguimos igual, sin muchas variaciones y encima «ofendiditos».
Los Toreros Muertos actuaron el pasado día 10 de Septiembre de 2021 dentro de la programación de las Fiestas de Valladolid, en su Plaza Mayor, siempre bajo la premisa de que la #culturasegurasiempre, y más en estos tiempos complicados donde la #musicaenvivo se convierte en una actividad imprescindible, aunque para muchos, músicos y promotores, casi en un deporte de alto riesgo.