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La Diputación de Valladolid organiza desde hace unos años las «Veladas musicales en los Castillos». donde estos, se convierten en escenario incomparable de diferentes actuaciones a lo largo de los meses de verano. Entre golondrinas y un público que entre medidas de seguridad, acordes con estos nuevos tiempos, el Castillo de portillo, uno de los mejores conservados de la provincia recibió a los madrileños Malevaje, un referente del tengo en este País, y que son un espejo donde se miran todos los amantes de este genero musical, después de casi 40 años de carrera.

La banda, que en sus orígenes, estaba integrada por «roqueros» procedentes de grupos tan dispares como Los Coyotes o Gabinete Caligari, y que fue aceptada sin ningún problema por un circuito donde ese estilo y esa estética rechinaba; la componen, después de este tiempo Antonio Bartrina a la voz; Fernando Gilabert, otro de sus miembros originales al contrabajo y Fernando Giardini al bandoneón y guitarra.

Tango clásico adaptado a la forma de interpretar del grupo, junto con una pequeña incursión al mundo del rap, eso si, pero sin olvidar nunca el respeto absoluto a las raíces del género, en una gira que responde al nombre de «Vino Amargo» y que se resume en un homenaje a esas canciones que suenan todos los días en las calles de nuestras ciudades. Un homenaje a esos autores y alguno de los interpretes que han marcado musicalmente a lo largo de todos estos años a la banda madrileña y que las adaptan a su propio estilo. Boleros, Flamenco, Rock, Canción Francesa, Rancheras, dicen que todo es música y la trasladan al universo del genero que hizo infinitamente reconocible Carlos Gardel, uno de sus símbolos mundiales, y que nos habla, especialmente, de las emociones y tristezas que sienten los hombres y las mujeres de pueblo, especialmente «en las cosas del amor».