«Con cuatro años empecé con las clases de piano… Fueron años de estudio. Después cogí la guitarra y llegaron los primeros acordes y, después, las primeras canciones compuestas por mí».
Cuenta que «es muy sentimental y visceral y lo lleva todo a la música. Es una forma de terapia», y que sus canciones «surgen de impulsos emocionales, de la felicidad, de la melancolía», esas canciones que quedan reflejadas en su primer trabajo «Kevlar», ese primer trabajo que vio la luz hace casi un año y del que ya solo se puede disponer de él a través de las plataformas digitales. De apariencia frágil, algo tímida, rodeada de amigos, familia y gente que no la conocía, pero que desde este momentos se declaran fans incondicionales de ella, presento sus canciones en El Desierto Rojo. Para ella la música es terapia: «Lo mismo que un pintor busca el pincel, yo necesito coger la guitarra y ponerme a tocar, a buscar nuevos caminos, siempre pensando en componer» , y recalca que sus temas no tienen más intención que la de «conectar con el público, que las canciones gusten. Solo quiero pelear por que la gente se identifique con ellas». Una de sus habilidades es rodearse de gente que como músicos se suben a los altares, Santiago Iglesias a la guitarra; Ángel Aparicio en el contrabajo; y en diferentes temas Alex Fajardo Pérez, integrante de Jr & The Gang, a la guitarra; Andrea Garcy a la voz y la colaboración de Alba Álvarez Vicente con sus poesías. Marta Andrés es a estas alturas una de las cantautoras más activas del panorama local y puede que una de las más interesantes…por lo menos es una de las que más hace hincapié en esta aventura.
Marta Andrés actuó en El Desierto Rojo de Valladolid el pasado día 10 de Marzo de 2017.