Andaba David, nombre ficticio, desde hace unos meses nervioso. David es un tipo integro, católico con cierto desapego, buen padre de familia y, sobre todo, patriota. Su nerviosismo no viene por el trabajo aunque ya no es lo que era hace unos años. Tiempos atrás un banquero o en su caso un bancario era un trabajo respetable, pero desde hace unos años, desde los escándalos de las preferentes, el populacho les había perdido el respeto. Los obreros entraban en las oficinas y se atrevían a levantarles las voz, ya nada era igual, ellos que durante años habían sido en muchos pueblos de la Castilla rural fuerzas vivas, junto al Alcalde, el cura y la Guardia Civil habían perdido ese estatus preferente, pero los nervios no era por eso.
Tampoco era por que el País, su País desde hace unos años estaba siendo gobernado por unos indocumentados, un Gobierno ilegal que se amparaba en una “coalición” de perro-flautas indocumentados, separatistas y unos terroristas, que estaban hundiendo la economía y que su único pensamiento era su enriquecimiento personal, comprándose casoplones, cuando no dándoselos a los okupas, y preparándose unas jubilaciones de lujo. Menos mal que dentro de poco llegarían ellos, como siempre a rescatar la economía de la nación y volver a poner las cosas en su sitio.
Tampoco estaba nervioso por el tema del pobre emérito, exiliado como un perro en los Emiratos Árabes, él que dio los mejores años de su vida por el bienestar de sus súbditos, que ahora, desagradecidos le reclamaban o le acusaban de ser un mujeriego, o de haber defraudado a la Hacienda, esa que es más suya o de sus jefes banqueros que de un obrero del barrio de la Rondilla. Y eso de la violencia machista….violencia de qué, bulos de una izquierda podemíta y terrorista.
Nada de esto le ponía nervioso. Lo que de verdad le situaba en ese estado era la noticia que dio el Alcalde de Valladolid, otro al que tenemos que dar de comer aparte, cuando anuncio el programa de las actuaciones musicales durante las fiestas de este 2022, un año donde volvíamos a la normalidad, esa que esos perro-flautas nos robaron escudándose en una falsa pandemia, porque sí, David no se ha vacunado y no ha tenido el Covid ni ningún virus de esos que los chinos han creado en laboratorios ocultos…lo de la tierra plana lo tiene que dar una vuelta pero quien sabe si el engaño no va más allá.
Y hoy era el día, hoy, 4 de Septiembre su musa iba a actuar sobre el escenario de la Plaza Mayor. Marta Sánchez, la antigua vocalista de Olé-Olé, la mujer más hermosa, al margen de la suya, por descontado, que existía sobre la faz de la tierra iba a ser suya durante un par de horas, y ya si interpretaba el Himno de España seria la pera…pero con que interpretara sus viejos temas (David, no tiene muy claro si tiene alguno nuevo) él seria feliz, y con él todos los que llenaron la Plaza Mayor, que vibraron con esos temas que popularizo, tiempos atrás: “Soldados del amor”, “De mujer a mujer”, “Soy yo”, “Colgando en tus manos”, “No controles”, “Con solo una mirada”, su versión de “La Chica Ye-Yé” o esa mezcla de “Bailando” de Dinarama que mezclaba con algún viejo tema suyo dándole una nueva vida. Las crónicas al día siguiente hablaron de “un show que va a girar ahora por toda Latinoamérica y la gente que la sigue no dudó en repetidas ocasiones en gritarle «guapa» y cantar todas y cada una de las canciones de cabo a rabo. No hubo letra que sus fans no se supieran, incluso podría haber dejado que ellos fueran los que interpretaran las letras con la misma pasión que ella”…y David volvió a su casa feliz, 42.350 euros, bien gastados, no como ese pastizal que dieron a esos mierdas de Ska-P reflexiona, pero seguía nervioso…en un año tendríamos elecciones y, por fin, las cosas volverían a su sitio, y España, la suya, volvería a ser Grande y Libre, y el ¡sí!, por fin estaría tranquilo y jubilado.
Marta Sánchez, traje negro ceñido al que añadió varios cambios, y su retorno discotequero a la Plaza Mayor de Valladolid donde repaso los grandes éxitos de su carrera con un nuevo ropaje musical, actuó el pasado 4 de Septiembre de 2022 dentro de la programación de las Fiestas de Valladolid en su escenario, pero Ana de Armas, está espectacular.