Un publico entregado recibió a Melendi en su aparición sobre el escenario de la Plaza de Toros de la localidad de Laguna de Duero, después que, un par de semanas antes, se tuviese que suspender su anterior cita por problemas en su garganta. En algunas crónicas de otros conciertos he leído que «la emoción y admiración, que se sentía desde el minuto 0, era recíproca entre el asturiano y sus fieles seguidores», no se si aquí también fue así, pero lo que si fue cierto es que el ruedo cayo a sus pies incluso antes de que él apareciese sobre el escenario. Sigue con su cambio radical de presencia y de imagen, trasformado en un yerno modélico, aceptado por cualquier padre de familia y feliz de sentarlo a su lado en cualquier cena familiar, muy lejos quedan esos primeros discos con apariencia pendenciera y bronca. Entre canción y canción alguna historia donde conquistaba al publico y nos abría el corazón, esas canciones que con ese pop aflamencado, que tanto gusta en este País, y con las que se ha hecho un hueco en el difícil mundo de la música…un tipo de música que muchos puristas intentan pasar de puntillas por ella pero que esta ahí, y seamos realistas, en estos tiempos pocos músicos pueden presumir de llenar estadios o aforos amplios en giras casi, casi infinitas.
Melendi actuó en Laguna de Duero el pasado día 17 de Septiembre de 2016.