Inconsciencia, ingenuidad, ir de «sobraos», marketing que confluye en un ingenioso ejercicio publicitario…, o simplemente una redomada «pelelada» que se han montado estos chicos, fruto de un golpe de calor, allá, en su pueblo, en la profunda Castilla la Vieja. Quien sabe, sea lo que sea, todo se resume en que los chicos de Monóxido han montado un concurso, donde han animado a la parroquia, a participar y a currarse un video con cualquiera de sus temas y donde sorteaban su flamante «bemeluve» como recompensa final, inconfundible con ese marrano a la izquierda y ese volante a la derecha… Al final no era broma y se han entregado las llaves al agraciado ganador, que ya anda buscando comprador, en ‘El Rincón del Erizo’ del barrio de Parquesol, rodeados de algunos amigos, seguidores y donde no han faltado unas buenas tapas de queso y jamón y unas cuantas botellas de vino de la tierra. Formación integrada por Ramón Arratia, German de Pedro Velasco, Nico Tallac, Francisco Huerga y Raúl Martín Vela; rock rural, o como ellos lo denominan, rock agropecuario, una mezcla descontrolada de «hostiazos sonoros formados por blues, hip hop, metal y electrónica con una sartenada de bobadas que sería la envidia de cualquier rapero de Parla». Grupo muy divertido, que garantiza una buena sarta de risas y bailes, aunque como ellos avisan «No apto para fracasados débiles.»
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