Tengo que reconocer que desde siempre, lo cual no sé si me convierte en un ser malvado o perverso, he mirado con cierta reticencia a este tipo de formaciones, en cierta medida con una cierta altanería…aunque en mi defensa, supongo, que esto es inherente a todas las profesiones, aunque la mía no sea la de músico. El programador que trabaja para Google mirara por encima del hombro al que trabaja en una humilde empresa de servicio en cualquier barrio, los fotógrafos de lo que llamamos BBC, (yo mismo), seguro que somos observados con cierto desdén por los que trabajan en prensa, y dentro de estos, no es lo mismo trabajar en un humilde medio provincial que para periódicos como El País o el Mundo…Craso error, sobre todo teniendo en cuenta que son músicos como cualquier otro, con sus sueños y sus ilusiones, algunos con notables actitudes…yo de hecho tengo un amigo que toco una temporada con una Orquesta de este tipo, profesor de guitarra, y que llego a tocar junto al gran Jaime Stinus en los tiempos de La Orquesta Mondragón. No existe pueblo que pueda prescindir de ellas en estas fechas veraniegas; su repertorio, un coctel manido donde entra todo….vals, bachatas, merengue, copla, música española, algunos remix con éxito de los 80´ y los éxitos del momento…no pueden faltar, nunca, esos temas que inundan radio formulas y chiringuitos de playa, sin olvidarnos de la tan socorrida pachanga y para terminar como fin de fiesta el clásico (no, no es futbol), “Paquito el chocolatero”, interpretado a altas horas de la madrugada; todo aderezado con mucho baile, cambios de vestuarios, luces de neón, alguna bola de discoteca, unos carteles de promoción horribles (¡pero no tienen madres esos músicos!), con una estética poligonera, que el que los diseña tendría que estar en la cárcel, y mucho discurso, porque eso sí, no puede faltar un cantante que esta todo el tiempo aleccionando y animando al correspondiente pueblo; y todas, además, siguen a rajatabla, el libro de estilo de este tipo de formaciones (si es que existe)…más o menos la misma estética, el mismo discurso entre tema y tema, un gran escenario digno de macro-conciertos donde no faltan un exceso de luces y pantallas, aunque el sonido sea más que mejorable, aunque esto del sonido no es algo que la audiencia le preste mucha atención.
Todas, siguiendo en libro de estilo, tiene un plan B (que no siempre se aplica), en donde en algún momento el cantante desciende del escenario y se mezcla con el pueblo…de este modo “un pasito pa´lante, María, un pasito pa´tras”, consigue que la gente, a pesar de dolencias y artritis varias, le siga en el o en los diferentes temas y, de este modo, aumenta el grado de integración del espectáculo. Siempre queda un plan C en la recamara…(aunque en este caso no se llegó a aplicar), este suele ser coger a un miembro de la orquesta y si no pasa la prueba, suele ser interpretar un tema en solitario, pues es fácil que al día siguiente ingrese en las listas del paro….esto , naturalmente, hace gracia al público, despierta las risas de sus compañeros y quién sabe si al final se cumplirán, o no, las amenazas…al fin y al cabo hemos llegado a un punto en esta sociedad que el paro, el trabajo digno y todos los derechos son perfectamente trivializables y prescindibles.
Orquesta Anaconda es la elegida, pero podría ser otra cualquiera, Orquesta Dubai, Orquesta Europea Big Bang…..ellos también forman parte del negocio, nunca saldrán en las revistas especializadas, ni honraran los grandes escenarios de los múltiples festivales veraniegos, pero seguro que muchos de ellos en algún momento han soñado con cualquiera de las dos opciones y sin ellos no se entendería la fiesta en cualquier pueblo de este País. La Orquesta Anaconda actuó el pasado día 19 de Agosto de 2017 en la Plaza Mayor de Aldeamayor de San Martín (Valladolid).