Menos el jazz, el hip hop, el country y algún palo raro, los escoceses Primal Scream, han probado todos los géneros y subgéneros que existen en el universo del Rock. Valladolid, dentro de esta nueva política en época de ferias de traer a la ciudad a un grupo de reconocido prestigio internacional, aposto (después de varios descartes), por esta banda y la polémica estuvo servida desde el inicio….que si no les conocía nadie salvo el Alcalde, que si son muy caros etc, etc…y es que nunca llueve a gusto de todos. Pasado el concierto más de lo mismo, que si muy corto, que una decepción, que si tomadura de pelo, que si el público no respondió…lo de siempre. Es cierto que la plaza presentaba una entrada inferior a las expectativas, aunque según donde lo leas, alguna prensa local habla de aforos imposibles, las diferentes percepciones varían demasiado, pero esto último (lo de la entrada) puede que se deba a una escasa cultura musical local, por muy buena y abundante cantera que poseamos, o al localismo y cerramiento de la música local. Quejarse por que traigan a tu ciudad a un grupo con una importante historia detrás de ellos, con la posibilidad de disfrutar de ellos completamente gratis y, además, alejado del resto de la programación, donde además de pagar, te imponen lo que suena sobre el escenario de la Plaza Mayor, las radios y televisiones locales, independientemente de calidad o prestigio, es algo más cercano al catecismo y pocas miras que a una supuesta cultura y conocimiento. No se si mucha gente ajena a la ciudad se acerco a ella para disfrutar, pero más de un «figura» copa de cristal en mano y sin parar de hablar, y algún que otro que le daba lo mismo estar allí o en las Moreras, se dejo caer, junto a un elevado número que quiso disfrutar de la ocasión que se presentaba. Cuentan que el gigante Google vio saturado sus servidores cuando se anuncio el concierto pero «treinta años de drogas, libertinaje y pantalones de cuero», dan para muchas y buenas canciones como nos demostró Bobby Gillespie, que a primero de los 80´ abandono la batería de Jesus and Mary Chain, para dedicarse a tiempo completo a este proyecto con el que ha probado el éxito en un circuito alternativo e internacional. Navegando entre un rock lisérgico, pasando por la electrónica con unas gotas de acid house de los 90, tonteando con la psicodelia para acabar con el rock más clásico, los escoceses nos ofrecieron 90´minutos de música de elevado octanaje. Que el gusto musical de cada uno es libre es cierto, pero yo prefiero, mil veces, poder disfrutar en las fiestas de mi ciudad de una banda de este calibre, (aunque sea más o menos seguidor de ellos), que de los tradicionales «triunfitos» o «voces» que inundan radioformulas.
Junto a Bobby Gillespie, voz; el resto de la banda la integran Andrew Innes, guitarra; Martin Duffy, teclados; Simone Butler. bajo y Darrin Mooney, batería. Sobre la histórica plaza sonaron ‘It’s alright, it’s ok’, ‘Jailbird’, ‘Dolls’ o ‘Cant’ go back’, sonaron temas de su disco «Screamadelica», ese trabajo que en 1991 revoluciono el mundo de la música alternativa y que mucha prensa especializada le sitúa entre los 30 mejores discos de la historia….pero no nos engañemos, para muchos «puretas» de la música o de la política local Primal Scream no son nadie y son prescindibles.
Buen espectáculo, buen concierto y una noche para recordar, a pesar de las criticas….y es que su Plaza Mayor puede presumir de que entre sus cuatro paredes un día sonaron los temas de estos escoceses internacionales cuya música, a parte de emplearse para vender coches (Toyota Auris), teléfonos móviles (Sony) e incluso tarjetas de crédito, sonó un día, con motivo de sus fiestas patronales, en medio de sus cuatro paredes.
Primal Scream actuó el pasado día 9 de Septiembre de 2017 en la Plaza Mayor de Valladolid.
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