Hace un año menos un día, Quique González ofrecía el segundo concierto de la pasada edición del Valladolindie; en esta ocasión fue el encargado de inaugurar esta edición que, además, celebra una fecha redonda 20 añitos….A estas alturas Quique juega a caballo ganador, sabe que tiene un público fiel, que le sigue y que,.poco a poco, ha ido ampliando a lo largo de los años; público. que posiblemente no le permita llenar polideportivos, pero que en recintos de tipo medio le rodean y le arropan. No tiene disco nuevo que junto a la amplia oferta del día en Valladolid, hizo que la entrada fuese un poco más moderada que en la pasada edición, aun así, en torno a 500 personas disfrutaron con un concierto que repaso los temas de su último trabajo junto a algunos de sus temas más clásicos…temas alejados del terreno comercial, actos para un público que busca y espera algo más que una música de consumo, fácil y olvidadiza.
El Lava para esta ocasión, por lo menos es la primera vez que lo veo, estrenaba unos paneles, que mejoran notablemente, la acústica de la sala, uno de sus grandes puntos débiles; ya solo queda subir un pelín el escenario y mejorar el tema de las luces, una de esas cosas, de las que todos los fotógrafos se quejaban.
Un inicio genial de un Festival pequeño pero grande…y que, a buen seguro, si se celebrara en ciudades como Madrid o Barcelona tendría una notoriedad mucho más acorde con su nivel.
La crónica para El Norte de Castilla realizada por Virginia T. Fernández se puede leer en este enlace.