Creo que hago fotografías desde hace muchos años, desde primeros de los 80´, unos 30/35 años, o algunos más, posiblemente. Las hago como trabajo, para vivir, bodas, comuniones, cosas de esas, alguna colaboración en prensa, alguna colaboración con una agencia de deportes, que paga tarde y mal, cuando paga…y hago fotografías de Rock´and´Roll, porque sí, sin ninguna razón concreta…o sí. Puede que esto último lo haga, tal vez, ante la incapacidad de poder tocar ningún instrumento, si tocara alguno me inclinaría por el bajo o la batería y puede que, la fotografía, sea un buen sustituto de esa nulidad; pero lo hago, también, por gente como esta, músicos humildes, sencillos, honestos, que disfrutan con ella, y nos trasmiten esa pasión a los demás. Gente, que sin duda, en algún momento han soñado con llenar estadios o polideportivos, que chaval joven no ha soñado con ser una gran estrella, pero que al margen de estos “sueños”, los cuales casi siempre no se van a cumplir, siguen disfrutando y transmitiendo esa pasión. Personas que lo pasan bien, tanto, cantando un rudo tema de rock o imitando a un perro, un pato o un ornitorrinco, en una canción infantil, aunque nadie sepamos muy bien que ruido hace (el ornitorrinco). Posiblemente ninguna revista entendida en esto de la música, ni ninguna prensa cualificada, les nombrara entre los conciertos del año, (más que nada por que a estos grupos los desprecian y no saben de su existencia), ahora que se acerca el final de este 2015, y las listas de los mejores en esto y aquello, nos empiezan a inundar, pero merecerían estar, en cualquiera de esas relaciones que incluirán a grupos fríos, sin corazón, que son aupados por los grandes medios. Señor y Señora conservan encendida la llama de la actitud, de la pasión,son un ejemplo de lo que tiene que ser, en cualquiera de sus colaboraciones, el concepto de MÚSICA, con mayúsculas, lejos de tecnicismos y formalismos de conservatorio; pero que entra en el corazón de cada uno de los que tenemos la fortuna de disfrutarlos. El duo fue precedido por Alberto Blanco, guitarra y Alba en esta ocasión a la batería, los cuales interpretaron un tema para romper el hielo.
El concierto con chuches y niños incluidos se celebro dentro de la programación que el Espacio Joven de Valladolid desarrolla los fines de semana, el pasado día 28 de Noviembre de 2015.