La cita semanal de este insuperable ciclo nos acercó a la banda norteamericana, Travers Brothership, procedentes de Asheville, una pequeña ciudad al oeste del estado de Carolina del Norte. Su música realiza un lisérgico viaje entre el Blues, el Soul, el Funk y Rock, sostenido de manera especial por Kyle Travers, guitarra y voz; un tipo que asombró por su habilidad y la técnica que suelta en el manejo de ese instrumento; junto a Eric Travers, batería y voz; hermano gemelo del anterior y de donde toman el nombre de la banda «La Hermandad Travers», a los que se unen un sobrio Ian McIsaac a los teclados y Josh Clark , al bajo y voces.
Son poseedores de un par de trabajos, “A Way to Survive”(2016) y “Let The World Decide” (2018), al que se suma el Ep inicial “I Don’t Mind EP”(2015). Desde sus comienzos por el 2012, han compartido escenario con diferentes artistas como: Charles Bradley, Taj Mahal, Moe, Kyle Hollingsworth Band, Blues Traveler, Robert Randolph, Leftover Salmon, Trombone Shorty, Marcus King Band o Dr. John entre otros muchos, y en esta su primera gira por la vieja Europa, dejan muy claro que son una banda, que a pesar de la juventud de sus miembros, cuenta con una experiencia y un rodaje más que evidente. Sin una selección previa de los temas que pensaban tocar a o largo de la noche, decidiendo sobre la marcha, comentandolo entre ellos y preguntando a la gente cuando se trataba de alguna versión, si conocían a este o aquel músico, fueron desarrollando un concierto donde la música creativa, honesta y seria, fue la seña de identidad de él. No ocultan sus influencias y parecen estar muy orgullosos de ellas, algo que, sin duda los engrandecen. Ofrecieron un notable concierto, algo a lo que, afortunadamente, los promotores de este ciclo salvaje, nos están mal acostumbrando.
Travers Brothership actuó el pasado día 17 de Febrero de 2019, dentro de la programación de Los Conciertos Salvajes en El Zagal de San Martín, de Aldeamayor de San Martín, cuentan en su nota de prensa que un concierto de este cuarteto norteamericano es «como una fiesta salvaje, y es una fiesta que no querrás perderte»; y podemos asegurar, (y sin exagerar en demasía), que no andan muy equivocados.