Corría el año 2014 y la cantante/guitarrista nacida y criada en las orillas fangosas de Muscle Shoals, Alabama, editó su álbum debut «Razor Wire» (2014). 10 años después y para celebrar ése lanzamiento se ha embarcado en una gira que la ha acercado a diferentes escenarios de esta sufrida península, acompañada por su banda: Daniel Juter a la batería; Marcus Lundqvist a la guitarra; un excelente Martin Joppe Fredriksson al bajo y Jordan Dean a los teclados, que además, fue el encargado de abrir los conciertos y que anda planeando el lanzamiento de su primer disco, ‘Thunderbird’, un tipo muy influenciado por la música de los años 60 y 70 y muy fogueado a lo largo de 15 años en Nashville escribiendo y tocando en clubes de rock de la ciudad.
A lo largo de estos diez años se han sumado otros trabajos: «Gold Rush» (2017), «Live in Black and White» (2019) y «Dream of America» (2023). En una semana donde todo en país, entre elección y elección, bullía por la visita de grandes formaciones o mega-estrellas, como esa novia de Travis Kelce, donde la prensa se ha explayado, largo y tendido, explicandonos hasta el más pequeño detalle a su alrededor, desde el número de camiones para montar los escenarios, incomodidades para los vecinos cerca del recinto, precios astronómicos de entradas con, prácticamente, nada de visibilidad, o esa moda de muchos fans de asistir a los conciertos con pañales para aguantar horas y horas sin ir al servicio; en esta ciudad hemos podido sentir a todo el estado de Alabama (135 765 km²), en el corazón de Valladolid de la mano de una diosa, desde ya, en nuestros altares de lo que es la liturgia de la música y de lo que es un concierto en directo, porque sí, si «los conciertos son misas, en tanto que son liturgias que tienen mucho de sagrado para quienes participan en ella y terminan en una comunión».
Un concierto de esos que marcarán este año musical en esta ciudad, y que nos acercó a una chica de un pueblecito perdido de Alabama, Muscle Shoals, convertido en una de las capitales mundiales de la grabación musical, con infinidad de grabaciones apabullantes desde Wilson Pickett, pasando por el Bob Dylan gospel, o por Lynyrd Skynyrd, los Black Keys, y acabando por sus majestades los Rolling Stones.
La hija de Walt Aldridge, comenzó su viaje musical como pianista de formación clásica, para acabar, a través de su guitarra, trazando una delgada línea entre el genial encanto de la música americana y los estilos crudos, hipnóticos y ocasionalmente electrónicos de lo que a algunos les gustaría llamar ‘noir indie pop’. Como reza su hoja promocional, «es música para quienes buscan enfrentarse a sus demonios sin permanecer atados a ellos».
Hannah Aldridge, cerró en Valladolid, en la Sala Porta Caeli, el pasado 2 de Junio de 2024, su Spanish Tour 2024, con la inestimable colaboración, una vez más de esos ríos salvajes de los Conciertos Salvajes.
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