Formación clásica de guitarras, dos en esta ocasión; bajo y batería. No inventan nada, pero te remiten a épocas pasadas, no se si mejores, donde el rock de guitarras imperaba en las radio-formulas de este país y del que anda un poco huérfano en los últimos tiempos, por lo menos, en primera línea. Cantante guapete con apariencia de sobrado y pantalones prietos, escoltado por su hermano y su guitarra que son el alma de la banda y una sección rítmica competente.
A esto se le añade un amplio número de seguidores fieles, a la manera de corriente religiosa, bendición incluida, que se saben todas sus canciones y que se las bailan (con coreografías incluidas), y que, posiblemente, disfrutarían, por igual manera, en un concierto de Melendi, aunque, a buen seguro, los fieles del asturiano, no aguantarían un par de canciones del cuarteto valenciano…y a los que les da igual que el sonido sea infame e ininteligible…pero al fin y al cabo es solo Rock and Roll y nos gusta.
Los del sonido en esta Sala Blanca, creo que en el primer concierto de este 2025, y después de todos los avatares de fechas pasadas sobre su futuro, es algo a revisar con urgencia; no se si solo es un problema de la propia sala, que tiene el origen que tiene y no puede dar más, o algo de culpa también tienen las propias bandas, porque aplicar un volumen francamente descomunal, igual no es lo más apropiado, para poder distinguir las voces y los diferentes instrumentos…pero para eso estan los técnicos o nuestras torpes orejas que todo lo toleran; pero no está de más recordar, que para bien o mal, esta Sala Blanca, es el único espacio de aforo medio para poder recibir a este tipo de formaciones, con muchos seguidores, es verdad, pero que no van a llenar un polideportivo.
«Los Zigarros» (2013), «A todo que sí» (2016), «Apaga la Radio» (2019), «¿Qué demonios hago yo aquí? Directo desde Madrid» (2020), un doble Lp en directo al que se le añade un DVD, «Acantilados» (2023) y un reciente y misterioso, recién editado, y ausente en la mesa de merchandising, donde abundaban las gorras y las camisetas, un indicador de los nuevos tiempos que vive la música nacional, «Directo desde Estudio Uno» (2024); son su contribución a ese resurgimiento del rock de guitarras que defienden y que, en un principio, te remiten a los recordados Tequila, y del que la prensa más fiel, ya sostiene con vehemencia, «Los Zigarros son una de esas bandas que nunca van a pasar de moda por más que los años pasen», algo que yo, puede que hace un tiempo no discutiria mucho, pero que con el trabajo del 2023, presiento que todavía estan muy lejos de conseguirlo.
Los hermanos Tormo, Ovidi, voz, guitarra y teclados y Álvaro, guitarra; junto a Adrián Ribes, a la batería y Nacho Tamarit al bajo son sus integrantes. Solo el tiempo dirá si son dignos de sentarse al lado de las leyendas del rock hispano, pero por el momento gozaremos de himnos como «Voy a Bailar Encima de Ti», «Hablar, Hablar, Hablar», «A Todo que Sí», «¿Qué Demonios Hago Yo Aquí?», «Malas Decisiones», «Apaga la Radio»….temas que consiguieron que el público se viniera arriba y no parará de bailar y cantar durante todo el concierto, a pesar, del insufrible sonido de la sala. Una banda que solo hace Rock´and´Roll sin complicaciones y efectivo. Rock de guitarras con chulería y descaro, en estos tiempos alejados, completamente, del circuito más comercial, donde parece que su último salvador es un, renacido, Dani Martín, que ya va llenando mega aforos en un lejano 2026, y el retorno de Pignoise, esa banda donde su guitarrista no tocaba, algo que marca, en cierta manera, los extraños tiempos que vivimos.
Los Zigarros, esa banda que debe su nombre a un amigo que les definió como «altos, rubios y delgados como un cigarrillo», volvieron a Valladolid con su «Gira Acantilados», a la Sala Blanca del Lava de Valladolid, el pasado 24 de Enero de 2025.