Sobre una silla de mimbre la artista de La Habana, Cuba, reposa sus 92 años e inaugura una XXI Edición de un UniversiJazz que cede su escenario para que nos presente esa gira con la cantante abre las puertas a una despedida de los grandes escenarios. Dice su hijo en una reciente entrevista, a raíz de esta su última gira, que «todo tiene un principio y un final. Ella siempre negaba que se iba a retirar, pero ya lo está reconociendo”.
Portuondo esta considerada «como una de las figuras más relevantes de la segunda generación de músicos cubanos, la de la década de 1950». “En la década de los 50´ la Isla Caribeña importó el jazz y abrió sus puertas a la exportación de su música al mundo. La mezcla con la música norteamericana vio crecer un nuevo estilo musical que marcó la carrera de Portuondo: el feeling, compuesto por el jazz, el bolero y los ritmos campesinos cubanos.
Su primer disco en solitario se remonta al año 1959, «Magia Negra» y casi desde sus inicios adopto el sobrenombre de La novia del feeling para acabar visitando innumerables géneros musicales; el blues, el son, el flamenco y hasta la música popular brasileña, han tenido cabida en su mochila musical; una mochila que se ha ampliado con sus innumerables colaboraciones; Édith Piaf, Bola de Nieve, Beni Morel, Eliades Ochoa, Natalia Lafourcade, o El Cigala. En esta ultima gira sobre el escenario la acompañaron los músicos: Gastón Joya al contrabajo; Pedro Pablo Rodríguez Mireles, un viejo conocido de este blog, a las percusiones; y José Portillo Herrera al piano.
Omara Portuondo entre otros premios cuenta con un Grammy Latino en 2009 por su álbum “Gracias” y en el 2119 recibio el Grammy Latino a la excelencia musical, inauguro esta XXI Edición del UniversiJazz, en el Patio de la Hospedería de San Benito de Valladolid, el pasado 18 de Julio de 2023, una edición que será recordada, para siempre, por el paso de La novia del feeling, que nos regalo su visita y nos hizo participes del legado que deja para la historia de la música, tanto cubana como internacional.
Y sí, Ana de Armas que está espectacular me recuerda que «las fotografías son imágenes de vida y que no son recuerdos convencionales» (las palabras, como tantas otras se las robo a un amigo) y, añade entre suspiros, el daño que hacen los manager…algo que con mayor o menos acierto ya lo canto Loquillo y los Trogloditas allá por el 2001.