De Perico Sambeat (Godella, 1962), cuentan que es uno de los saxofonista español de mayor proyección internacional junto a Jorge Pardo. De él, comentan, en una antigua crónica que «encabeza la generación que ha tomado el relevo de la exigua cohorte representada por Tete Montoliu, al que tuvo como invitado en uno de sus primeros álbumes, y Pedro Iturralde».
Cuenta con una fuerte base clásica, e inició sus estudios de música moderna en el Taller de Músics de Barcelona donde tuvo maestros de la talla de Zé Eduardo. En 1991 se trasladó a Nueva York donde ingresó en la New School. Allí tocó con maestros como Lee Konitz, Jimmy Cobb o Joe Chambers. Con más de una veintena de discos como líder y más de un centenar como acompañante, destacan sus trabajos con grandes figuras como Mark Turner, Kurt Rosenwinkel, Brad Mehldau, Bernardo Sassetti, Pat Metheny , Wallace Roney, Carlos Barretto, Michael Brecker, Maria Schneider, Larry Granadier, Kalman Olah, Tete Montoliu, Marco Miralta, Gerardo Núñez, Chano Dominguez o Victor Mendoza, entre otros muchos y esta 16º Edición del Valladolid Jazz ha podido disfrutar de su música, acompañado por David Cid al piano, Joan Codina al contrabajo y Daniel Pimienta, un trio de jóvenes músicos pero, que prometen, una carrera larga e intensa en este mundo tan escogido del Jazz.
Dice que “sigue disfrutando muchísimo tocando esta música, amándola y viviendo de ello”, y añade que «se considera muy afortunado», puede que en cierta medida motivado por que “ha hecho lo que ha querido, sin hacer la menor concesión artística», y añade que «nunca había soñado con sentirme tan cómodo musicalmente como me siento ahora, entre otras cosas, porque lo cierto es que no tenía mucha confianza en mi talento cuando empecé”. Talento, por lo que cuentan las crónicas y la gente que entiende de esto, que sin duda posee en abundancia, como comprobó, una vez más, una abarrotada Sala Concha Velasco, en esta segunda jornada. A lo largo de su carrera ha acumulado un buen número de premios y de reconocimientos como el concedido por la SGAE al mejor compositor de jazz latino, el premio Bird en el Festival de Jazz del Mar del Norte (Holanda), o las distinciones que consiguió atraves de sus trabajos como por ejemplo «Flamenco Big Band»(2008), su primer proyecto como director de orquesta, producido por el Instituto Valenciano de la Música para el Festival Xàbiajazz 2007, o su álbum «Ziribuye»(2005) , grabado con un sexteto y con la voz de su sobrina Elma Sambeat que interpreta un tema en valenciano, y que fue situado por la revista Cuadernos del Jazz entre los 10 mejores discos españoles de esa década.
Empezó, en su juventud, con la flauta, pero comenta que pensaba que «con una flauta no saldría adelante, a menos que fuera un virtuoso. Probé con el saxo, me dije ‘¡qué fácil!’, y hasta ahora»….la verdad, después de disfrutar de su concierto, es que da la sensación de que el saxo, de fácil tiene más bien poco, y eso lo comprobamos junto a ese David Cid Trío que le arropo el pasado 12 de Noviembre de 2021 dentro de la programación de la 16º Valladolid Jazz, en la Sala Concha Velasco del Lava de Valladolid; y de paso comprobamos esa idea suya que le lleva a afirmar que el “jazz es universal y puede enriquecer cualquier música con la que se asocie”, e, incluso, enriquecer a quien disfrute de ella.