La belleza en la cultura de un pueblo que se difunde a través de la tradición.
Llegó, lleno con mucha antelación, con ese ansiado cartel de «sold out», sueño de productores y artistas, y puso en pie a un Auditorio que no creo que en todos sus años de vida, haya visto vibrar a la gente de esa manera entre sus elegantes paredes, fruto de esa época donde todos éramos ricos.
Llegó para presentar «La Romería», esa gira donde da visibilidad a su último trabajo «Manual de Romería» (2022), que se suma a los anteriores, «Yo Soy La Maga» (2012) y «Manual De Cortejo» (2019).
El Premio Nacional de las Músicas Actuales 2023, estuvo acompañado sobre el escenario por Tino Cuesta, teclados y percusiones; Mapi Quintana, percusiones y coros; Rubén Bada, percusiones y Juanjo Díaz, teclados y percusiones, subidos en cuatro plataformas equipadas con teclados, panderos y guitarras y un par de bailarines, Pablo Dávila y Paul Fernández, sino me confundo; que le apoyaban en las coreografías de sus «temazos», porque ¡sí!, Rodrigo Cuevas sólo interpreta temazos.
Bajo las escaleras como una autentica diva, abanico en mano, pavoneándose durante todo ese tiempo ante un público muy heterogéneo, que disfruto expectante desde esos primeros minutos; algo curioso en una ciudad con una coletilla pasada en su historia reciente, tolerante de fuera a dentro pero que, recientemente, sus responsables municipales dejan joyas como esa donde «VOX repudia a Lola Herrera y se desmarca de los actos del Ayuntamiento de Valladolid por el 8-M», y los votos salen de entre nosotros, por descontado.
Sobre sus anteriores ocasiones que le he visto, sigue conservando ese punto de provocador, irreverente y políticamente incorrecto; algo que por lo que leo, sigue conservando en el resto de conciertos; pero que en esta ocasión la sensación que saqué es que todo ese mensaje que encierra su universo, aquí, llego muy dulcificado….no se si motivado por un Auditorio a rebosar, pero con parte de un público que, por lo menos a mi, según descendía por las escaleras, no cuadraba mucho o por otros motivos. Muy parlanchín e interactuando con la gente, se marcó una versión de ese «Vallisoletana» que todas las Tunas de esta ciudad, sean de Derecho, Económicas o Empresariales, tienen en su repertorio y que no puede faltar en una boda que se precie, que desmarcarían a más de una, aunque, en esta «sociedad utópica» uno ya no sabe a que caballo apostar.
Convertido en baluarte de ese revisionismo de la música tradicional para regocijo de unos y, seguro, para flagelación de esos tradicionalistas…cuando hablo de esto siempre pienso en esas palabras que pronunció Eusebio, la voz más visible de esta orquestina familiar que es Mayalde, en su último trabajo vuelve a explorar el folclore asturiano, con una propuesta de rescate de las tradiciones de la que ha sido pionero, y que le han valido ese reconocimiento con el Premio Nacional de las Músicas Actuales 2023. Temas de su nuevo trabajo “Más animal”, “Matinada”, “Arboleda”, “Casares”, “Cómo ye?!” o “Dime ramo verde”, se mezclaron con con los más antiguos “Xiringüelu”, “Muñeira” o “Rambalín”, ese homenaje a Rambal, Alberto Alonso Blanco, un abanderado de los derechos del colectivo homosexual que luchaba por buscar su aceptación y normalización, en palabras de giras pasadas, «un maricón de nacimiento de Xixón, símbolo de visibilidad de las personas LGBTI y desgraciadamente asesinado por ello»; en unos tiempos donde eso era muy complicado, algo que Rodrigo piensa que ya hemos superado, por lo menos en parte: «sin duda tenemos que avanzar mucho más, pero vivimos una época buena. No se puede olvidar, somos muy quejicas, no sabemos por lo que pasaron nuestros padres y nuestros abuelos, se nos olvida en nada», cuenta en una entrevista reciente.
Gran concierto en una tarde/noche fría que su música calentó; aunque, para mí, con el freno en parte metido, y con un punto más festivo y de showman que reivindicativo.
Rodrigo Cuevas, ese llamado agitador cultural, una etiqueta que no le limita, y que «le permite ser cualquier cosa, que se ajusta a lo que le gusta y lo invita incluso a poder reinventarme en cualquier momento», descrito «como si Freddie Mercury y Tino Casal hubiesen tenido un hijo con madreñas», presentó su «La Romería», en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid el pasado 3 de Marzo de 2024.