Cuentan en una reciente entrevista que su último trabajo “Marc, Axel y Jes” (2023) buscaban «captar un poco la esencia de la sala Sidecar, por ejemplo, que tiene un sonido increíble», y eso, sin duda lo han trasladado a esa Sala Blanca del Lava de Valladolid, que por unas horas se transmuto en la veterana sala catalana…eso y esa comunión que solo se consiguen en esas pequeñas salas entre una banda de rock y un público entregado; y ya solo por eso, este paso del trío (cuarteto en directo) barcelonés en una memorable edición del 28º Valladolindie, en digna de recordarse como uno de los mejores conciertos que se han visto en esta ciudad en mucho tiempo.
Con un pequeño retraso y con ese cartel deseado por muchos programadores de “sold out”, colgado desde ya unos días antes, pero sin abarrotar la sala, algo que otros programadores tendrían que tener en cuenta y es que existe una sutil diferencia entre poder disfrutar de un concierto con cierta comodidad a sentirse encastrado a presión en una sala, apareció la banda catalana, esa misma que desde hace 25 años puede presumir de mantener una formación estable y de una amistad más allá de ser unos meros compañeros de trabajo, para presentar ese último trabajo que retoma la energía de los primeros discos de las bandas y que les vuelve al camino, perdido en sus anteriores trabajos, de brevedad, donde el contenido es comprimido y directo, retomando esos inicios como banda baluarte del underground mod de Barcelona.
Sobre el escenario Marc Ros, guitarra y voz; Jesús Senra, bajo sitar y voz; y Axel Pi, batería; junto a Jordi apoyando con su guitarra los directos de la banda, arrancaron, directamente, a la yugular de sus seguidores que se desgañitaron coreando todas y cada una de esas canciones que un público que en esta ocasión pasa ese puente que podría crear más de una depresión del «te he reconocido, mi madre es muy fan», Cooper fue uno de los primeros al que se lo escuche, para convertirlos en una formación transgeneracional, algo que no deja de ser fantástico y emotivo. Sonaron viejas y nuevas canciones; ‘Maravilloso’, ‘Fascinados’, ‘Carretas Infinitas’, ‘Giraluna’, ‘CEDÉ’, ‘Es muy Pop’, ‘Me gustas todo el rato’ junto a esa revisión del “Wonderwall” de Oasis, convirtiendo este final de una 28º Edición del «Festival más largo del mundo» en un fiestón, con una banda que va en línea recta, dejando atrás el barroquismo, puede que propio de la edad juvenil, ya lo decía Borges: «Los jóvenes son muy barrocos», que han dejado una estela de influencia en esto de la música, y que, cosas del tiempo, se van quitando las timideces y los complejos, aunque se aproximen a ese punto de vértigo donde sus seguidores son los hijos de sus fans iniciales.
Sidonie cerró una noche mágica en esa 28º Edición del Valladolindie, en la Sala Blanca del Lava de Valladolid en esta ocasión con el apoyo del Centro Buendía de la Universidad de Valladolid, el pasado 10 de Febrero de 2024.