“Demasiado buena persona para ser una estrella del rock”
Según una máxima del mundo musical cuando el rock & roll pase por tu ciudad no lo dejes pasar. Esto suele ser evidente en músicos que llenan páginas y páginas de las revistas especializadas y de prensa generalista, la gente se pelea por una entrada llegando a pagar cifras obscenas o haciendo colas infinitas para entrar en un recinto donde de su concierto. Cuando el Rock and Roll llega por tercera vez a tu ciudad y lo sigue teniendo complicado, (aunque al final los números fueros mejores de los que yo esperaba), puede que lo que pase en tu ciudad, que presume de cultura musical, que presume de grupos y que se hincha el pecho, algunos, o se rasga las vestiduras otros, por “boy band”, con fecha de caducidad, que llenan Plazas Mayores, es que tu ciudad tiene un problema muy serio…un problema con muy difícil solución, (y que no se soluciona solo con más facilidades para tocar, modificaciones en las leyes, o más locales), un problema que implica no ser tan cerrado, tener una mente más abierta y darte cuenta que a tu alrededor existen otras cosas y que no solo tú eres lo importante. En la música, por desgracia, existen músicos a los que se les ha negado las mieles de la gloria, músicos a los que el “malditismo” de la ignorancia les persigue, pero gente que, afortunadamente, engrandecen esto del Rock´and´Roll. Músicos integrales, creadores de melodías, de historias inmensas, de canciones que sobreviven décadas, personas en quienes la épica cobra sentido.
Sonaba en la sala «Born to Run», cuando surgió sobre el escenario Willie Nile, la canto y animo a la sala a continuarla, un inicio perfecto. Anda de gira por España presentando el que hasta la fecha es su último trabajo, el décimo de su carrera, «Word War Willie», y lo hizo con un pedazo de bolo eléctrico sin concesiones, solo un momento, mediado el concierto, cuando él solo, acompañado de una sutil batería, empezó a interpretar «Love Is a Train», pero fue solo una nube en un cielo despejado, enseguida se volvió a desbocar; reinicio temas ante la insistencia de la gente, se bajo del escenario para mezclarse con el público, sudo, grito, nosotros gritamos y sudamos más, para acabar enlazando un homenaje a Bowie con «Sweet Jane» y «Heroes» y volver a subir al escenario para un par de bises, uno de ellos “A Hard Day´s Night”, para concluir con «Hear You Breathe». Acompañado en esta ocasión por su banda americana, los ya habituales por estas tierras, Alex Alexander , en la batería y percusión, golpeándola sin piedad; Johnny Pisano al bajo, siempre sonriente, hiperactivo e interactuando con el público y Matt Hogan a la guitarra, en su primera visita por estas tierras, en esta ocasión se hecho de menos la habilidad y la elegancia de Jorge Otero, su acompañante en otras ocasiones. Cuenta que «su español es pobre pero su Rock´and´Roll no lo es», su música tiene un sonido compacto, potente, brutal para un concierto donde no hubo cabida para los medios tiempos, como en otras ocasiones, donde primo la energía, esa energía que a sus 68 años, en una carrera donde no lo ha tenido nada fácil, ha sabido labrase una credibilidad y un respeto que muchos de los músicos que empiezan, (y otros muchos que están en la cumbre), tendrían que tomar como ejemplo a seguir.
El concierto fue en la Sala Porta Caeli de Valladolid el pasado día 13 de Septiembre de 2016 y, si, esta vez a la tercera, completo una entrada más que aceptable….esperemos que a la cuarta, por fin, cuelgue un «sold out», porque seria de justicia.
[…] a esos artistas de “culto”, que tanto adoramos en la vieja Europa, pero como Willie Nile, otro maldito, nos dice: “Éxito es una palabra extraña. Si escribes una canción y dos […]
Todo un lujo para esta ciudad