Tenemos que apoyar a la cultura y a la gente que hace cosas por ella, tenemos que apoyar a la gente que lucha por sus sueños, y en este mundo de la música, es algo muy frecuente. Una lucha muy desigual, sin lugar a dudas, con una industria, unos medios de comunicación y un público ávidos de éxitos momentáneos y efímeros, sin valorar propuestas o calidad.
El contrabajista, arreglista y compositor David Ruiz nace en Puertollano, cursando los estudios superiores de bajo eléctrico y contrabajo en la ciudad de San Sebastián. A lo largo de su carrera ha ganado el Certamen de Jóvenes Artistas de Castilla-La Mancha y los premios BBK Jazz, y ha sido seleccionado varias veces como finalista en los concursos del Festival de Jazz de Getxo, Jazz sur, Herbe (Francia) y Donostia-San Sebastián.
Dice Gutiérrez, otro de los grandes nombres del Jazz nacional que. «Es valiente. Se fue a Madrid a curtirse en la olla del jazz de la capital. Allí toca, toca y toca. Escucha y aprende lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer. Ha logrado crear su septeto de flamenco jazz. Sigue creyendo en su contrabajo, en su música y en él».
En estas XVIII Veladas de Jazz ha presentado, a pesar de los problemas con los coches (se le rompió la furgoneta pasando Madrid), su primer trabajo “Where we come from” (2020), un debut, impregnado de un sonido fresco y mediterráneo, muy personal y expresivo. Su música se mueve por eso que se denomina Flamenco Jazz, y que según nos contaron, sus inicios, los del Flamenco Jazz, se pueden ver, o por lo menos otear, cuando Miles Davis realizó su particular versión del «Concierto de Aranjuez» del maestro Joaquín Rodrigo, versión que según dicen, no le hizo mucha gracias, aunque, decía Davis, que no desdeñaría los royalties que seguro le depararon. Sobre estas diferencias cuentan que el maestro vivía cerca de una tienda de discos y su dueño cada vez que le veía pasar cerca de ella, pinchaba esa versión para su escarnio. John Coltrane o Charlie Mingus fueron otros que se sumaron con sus respectivos trabajos. Chick Corea, Michele Camino junto a Paco de Lucía o Camarón siguieron impulsándolo, aunque mientras los segundos tenían esa calle donde nace el flamenco carecían de esas «técnicas» que los músicos de jazz aportan…improvisación junto a que muchos de ellos llegan con muchas influencias de la música clásica…hasta que apareció el gran Jorge Pardo o Chano Domínguez para darle el arreón final, a un estilo que tiene poco más de 40 años de historia y donde el puertollanense David Ruiz, intenta aportar su granito a modo de sueño.
Junto a David Ruiz al contrabajo y el Guembass (una mezcla de instrumento del norte de África y bajo eléctrico), el septeto lo complotaban, Marcos Collado a la guitarra eléctrica; Seir Caneda al piano y teclados; Miguel Asensio a la batería; Andrés Miranda Fernández al saxofón; Carlos Rossi a la trompeta; y Daniel Caballero Pérez al baile flamenco.
Si algo que no sean toros y procesiones en un pueblo de la áspera Castilla es para valorar y difundir, las XVIII Veladas de Jazz de Boecillo es casi un milagro, si existieran de verdad, y que David Ruíz junte a un Septeto en estos tiempos, se aproxima bastante a lo anterior; y ellos, David Ruíz Septet, han sido los responsables de animar esta segunda jornadas de unas veladas que ya cumnplen la mayoria de edad, en el Parque El Tejar de Boecillo el pasado día 10 de Agosto de 2024, presentando su primer trabajo «Where We Come From».