Comenta Jaime, un tipo con gusto y sensibilidad, y por descontado, un gran entendido en estos rios musicales, que los dos primeros trabajos de la compositora madrileña recordaban a la norteamericana Norah Jones; una voz que surgia de una chica con apariencia fragil muy delicada y de la que se enamoró el gran Manolo Fernández (Radio 3), en los albores de la decada pasada, y a la que acabo denominando «la princesa del folk», convirtiendola, con esos guiños de Bob Dylan en algunas de sus canciones, en abanderada de ese genero que responde a «americana», ese estilo que bucea en la música tradicional de Estados Unidos y añade elementos del folf, del rock. del bluegrass, del country o del rockabilly, entre otros varios; «Home on High» (2013), «Trouble Man» (EP, 2015), son esos hijos directos de esa época, y este último con el que acabó participando en el «Huercasa Country Festival» junto a la mítica Emmylou Harris o Laura Cantrell.
Con «Lights« (2018) y «Felina» (2021) ha sabido evolucionado hacia un rock más tradicional, transformado en «un grito furibundo, pero sobre todo en el triunfo de la perseverancia», y que en este, 2024 se ha materializado en un nuevo álbum que es “una declaración de intenciones”, empezado a edificar en esa colaboración con otro mito de la historia del rock, Cherie Currie que junto Joan Jett, fundó a las legendarias The Runaways, ‘Felinas’ (2024), la continuación plural de ese último albúm editado, «Felina» (2021), un trabajo que significó un cambio en su carrera, ese folk-rock académico en inglés, ha dejado paso a un rock envuelto con cuero brillante, barra de labios, con derroche de visceralidad y ese cambio de idioma, como nota más visible.
A todo esto le tenemos que añadir otro trabajo en directo, editado junto a Cherie Currie, «Queens of Noise» (2024), un título que homenajea, en cierta medida, al segundo álbum de la banda estadounidense ya citada, The Runaways; una nueva etapa y un trabajo que en sus propias palabras “he querido ser independiente en todos los sentidos. Quiero reconstruirme un poco. El proyecto es muy especial, mi intención es estar al tanto de todo, que no haya nadie que me diga cómo tengo que hacer las cosas, y creo que va a ser lo mejor”.
Su paso por la edición 22º del Aldearock Festival, un festival, que como suele ser tónica habitual en este país, si no se celebra en los «madriles» o en Barcelona, suele pasar desapercibido para el resto de la humanidad, fue arrollador…puede que empezara con cierto nerviosismo, pero a la tercera o cuarta canción, se enganchó y respaldada por esa banda de verdadero lujo que lleva; Anxel Solana, a la guitarra; Samuel Terroso, a la batería: el siempre exquisito Pablo Rodas, un habitual en formaciones como, Sex Museum, Aurora & the Betrayers, Bellrays, Néstor Pardo, Fuzztones, al bajo; Elena Poza, teclados y coros; Suso Díaz a la guitarra de 12 cuerdas, junto a una maravillosa Laura Solla a la guitarra; se marcó un concierto, que como el resto de los del festival, convirtieron a este pequeño pueblo de Tierra de Pinares, de poco más de 250 almas, y que, cosas verdaderamente mágicas, tienen la suficiente inteligencia para saber prescindir de los socorridos toros en sus fiestas, dedicando todo ese presupuesto a la verdadera CULTURA, sea del genero que sea, en el epicentro de la música rock en esta sufrida península.
Nat Simons junto a su banda, se acercó al 22ºAldearock Festival, el pasado 31 de Mayo de 2024 en la muy pequeña, pero inteligente, Aldea de San Miguel (Valladolid), y si como sostienen gente sabía «los conciertos son misas, en tanto que son liturgias que tienen mucho de sagrado para quienes participan en ella y terminan en una comunión», lo de este viernes cerrando el mes de Mayo fue una celebración bajo palio…Y por descontado si Ana de Armas Ana de Armas está espectacular, Nat Simons; Elena Poza y Laura Solla son nuestras particulares deidades que nos aguardan en ese imaginario Valhalla en un futuro lejano.